viernes, 15 de febrero de 2008

La felicidad

Esta es la historia
Una señora de 92 años, coqueta y siempre bien arreglada a pesar de ser legalmente ciega, se mudó a un hogar de ancianos. Como su esposo por más de 70 años había fallecido recientemente, la mudanza se hacía necesaria.
Después de esperar pacientemente por horas en el lobby del hogar, sonrió dulcemente cuando le avisaron que su habitación estaba lista.
Mientras maniobrab su andador tratando de entrar al ascensor, le di una descripción visual de su habitación minúscula incluyendo las cortinas que estaban colgadas en las ventanas.
“Me encanta”, dijo con el entusiasmo de una niña de 8 años a la que le acaban de dar un cachorrito nuevo.
“Sra. Jones, usted todavía no vio la habitación… espere”
“Eso no tiene nada que ver”, contestó. “La felicidad es algo que se decide de antemano. Si me gusta o no mi habitación no depende de cómo estén acomodados los muebles… sino de cómo yo acomodo mi mente. Ya decidí que me encanta”...
“Es una decisión que tomo cada mañana cuando me levanto. Tengo una opción: puedo pasarme el día en la cama contando las dificultades que tengo con las partes de mi cuerpo que ya no funcionan, o puedo levantarme y agradecer por las que sí funcionan todavía. Cada día es un regalo y mientras yo abra los ojos me voy a enfocar en el nuevo día y todos los recuerdos felices que atesoré justo para esta etapa de mi vida”
La edad es como una cuenta de un banco… puedes retirar de lo que depositaste. Mi consejo sería que deposites un montón de felicidad en la cuenta del banco de los recuerdos.
Recuerda los 5 pasos para ser feliz:
Libera tu corazón del odio
Libera tu corazón de las preocupaciones
Vive tu vida de manera simple
Da más
Espera menos
Nadie puede volver atrás y empezar de nuevo. Pero todos podemos empezar desde ahora a hacer un nuevo final.
Autor desconocido

2 comentarios:

ileana dijo...

que tengas un viernes "feliz"

marcel dijo...

Marian me encantó lo q dice, yo también quiero una cuenta bancaria de momentos felices, de hecho ya la tengo abierta y trato de mantenerla siempre en crecimiento ya que para gastarla no me alcanzará la vida que me resta. Y por lógica se las dejaré como legado a todos los que quiero y me quieren, que seguramente harán buen uso del recuerdo de tantas cosas buenas.
te quiero mucho y sos una de las mejores aportaciones que tiene mi cuenta de "felicidad"